lunes, 29 de septiembre de 2008

...ese ángel eres tú.

El sabor de tu piel se mantiene como un fantasma en mi boca y me confunde por momentos. Me lleva del presente al pasado en un instante… me transporta, me trastoca.

El recuerdo de tu cuerpo sobre el mío, nubla mis sentidos… los susurros, las caricias, los gemidos… tu sonrisa. La luz de la calle entra por la ventana y me deja ver tu mirada, fija en la mía mientras me llamas por mi nombre de esa forma tan sensual q sabes q me eriza la piel.

Paso mis dedos por tu nuca y siento como se tensan tus hombros. Todavía no, espera un poco. Yo sonrió… me gusta provocarte. Se q no te gusta ser el primero, pero me encanta ver tu cara cuando ya no aguantas más. Está bien, cojámoslo con calma

Allí no! Por favor… sabes que no me gustan las cosquillas… nooo! No puedo, no aguanto… detente... por favor… Te detienes y me besas. Dejas q tu lengua toque la mía y sonríes. Sabes cuánto me gusta verte sonreír y lo haces a propósito, lo sé.

Recorro tu cuerpo con mis manos mientras retomas ese beso q dejaste pendiente. No sé cuánto tiempo más lo soporte… y por la forma en que te presionas contra mí, sé que tu tampoco. Me miras fijamente y tus pupilas se dilatan... dejas escapar un suave gemido que se mezcla con el mío.

El amanecer nos sorprende en el sofá… es el latido de tu corazón el q me despierta… como un arrullo. Son estos momentos los q me hacen pensar q la vida es mejor de lo q queremos aceptar.

martes, 9 de septiembre de 2008

Y cuando pensé q todo estaba perdido te encontré.

Casi me quedo en casa, o me vuelvo a casa, como quieras verlo. Pero decidí que valía la pena salir a bailar aunque fuese solo… esas copas de vino en la cena me ayudaron a tomar la decisión.

Sábado de siempre, caras de siempre, música de siempre… y cuando me giro, te veo allí… pura sonrisa… y de las más bellas debo admitir. En el momento no repare mucho en ti… debo decirlo, creo q te lo dije. Un cuerpo más al ritmo de la música y al capricho de las luces… yo estaba allí por el baile, no más. Saludos cordiales, amigos mutuos, presentaciones pertinentes y otra vez esa sonrisa. Yo estoy aquí por la música, no más.

Seguimos cada uno por su lado y coincidimos al salir… dónde vas?... no tengo planes… nosotros vamos a… suena bien… vienes? voy.

En la calle te veo bien. Cómo pude no verte antes? Digo, te vi… pero… tú entiendes. Te volteas, y durante una pregunta que no logro escuchar, sonríes nuevamente. No puedo contigo.

Nuevo bar… un trago más, una inhibición menos… la terraza. Se puede hacer esto en público? Creo q tu país está más avanzado de lo que creía. A quien le importa el puto país. Mejor entramos. Qué hora es? A quien le importa. Nos vamos?

Pasamos por el super… una botella de vino, unas cervezas… antes de pagar en la fila, un beso. Solo uno? No crees q se molesten los dependientes? No me importa, ya me han arrestado por menos… y por algo así? Sonrisa.

Los besos adquieren un sabor distinto en los lugares públicos. Las avenidas de la ciudad vibran distinto con tu mano en la mía, con mi cabeza en tu hombro.

Gracias a ti, no volveré a ver mi ciudad de la misma manera.