jueves, 7 de febrero de 2008

Lost & Found



He perdido 6 horas de mi vida… si alguien las ha visto por allí, porfa me avisa. Fue el sábado pasado, no muy temprano. Salí después del medio día de la casa y me fui a buscar a la tuna para carnavalear un poco. Todo en orden, viejos amigos que solo vez de año en año, tíos y familiares que pensaste fueron producto de tu imaginación… claro, tú los reconoces pero ellos a ti no. “Cómo has crecido!!! Y esa barba…”

Todo en orden.



Debió pasar a golpe de tres de la tarde… en la última casa del Tambor. Por lo menos eso es lo que recuerdo. Ya no es tan difícil que me dejen entrar al ruedo… ya puedo bailar sin que me saque algún tío que no me considere digno de bailar con esa o aquella pareja. Rango mata Ganas. Así es. Luego… nada.



Estaba en el ruedo, bailando… creo haber salido. Puede ser.


Podrían ser pasadas las 3.



Abrí los ojos. Estaba en cama, durmiendo. En casa… a 15 kilómetros del último lugar donde me vieron. Eran las 9 de la noche. Seco, sobrio y muy tranquilo.



Qué sensación más extraña. Un poco incomoda, la verdad. No dolor de cabeza. No cansancio. No malestar. Deja revisar… no mordeduras, arañazos, sangrados, raspones o quemaduras. Uff.



En el pueblo todavía me buscaban cuando entre a la cocina de la casa. Nadie me vio salir de la tuna, nadie me vio llegar a casa, todavía no se si alguien me llevo.


No creo haber caminado tanto.




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